El agua salada envuelve nuestros cuerpos, meciéndolos con el vaivén de las olas,
mezclándose con la arena hasta doler la piel.
El mundo nos puede ver. Pero no nos importa.
Nosotros no vemos el mundo. No hay nada alrededor.
Solo tú. Solo yo. Y el agua salada.
Las gotas se funden en nuestros cuerpos,
envolviéndolos.
Uniendo sudor, lágrimas y mar.
Todo es agua salada…
La llave de las palabras 
Hola Rosa! 🥰
¡Espléndido y sublime poema, me encanta mucho! 😍
Un abrazo muy fuerte lleno de cariño y feliz domingo! 😘🤗❤️
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¡Gracias, Ely! Feliz domingo. 😘
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Que bella musa es el mar!!!
Me gustaron tus versos, Rosa.
Fuerte abrazo.
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El mar siempre resulta inspirador.
Me alegra que te haya gustado. ¡Muchas gracias!
Besos
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