Es la manera que tienes de mirarme
cuando crees que no te veo.
Es el modo que tienes de hablarme
cuando alrededor solo hay silencio.
Es la manera que tienes de abrigarme
cuando a mi corazón llega el invierno.
Es la manera que tienes de acariciarme
sin acercar a mi piel ni un dedo.
Es el modo en que das luz a mi vida
sin tan siquiera pretenderlo.
¡¡ME GUSTÓ Y MUCHO!!
Abrazotes van, amigaza
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Beto
Me gustaMe gusta
Estoy aguardando respuesta a mi consulta, ¿te llegó?
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, sí me llegó, pero ya te comenté que no sabía cuándo podría ponerme con ello. Aún no he tenido tiempo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: Balance – La llave de las palabras