TÍTULO: La gente feliz lee y toma café
AUTORA: Agnès Martin-Lugand
EITORIAL: Alfaguara
SINOPSIS:
Tras la muerte de su marido y su hija en un accidente, Diane lleva un año encerrada en casa, incapaz de retomar las riendas de su vida. Su único anclaje con el mundo real es Félix, su amigo y socio en el café literario La gente feliz lee y toma café, en el que Diane no ha vuelto a poner los pies.
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?
MI OPINIÓN:
Me llamó la atención en la feria del libro de mi ciudad por el título. Me gustó. La foto de la portada incluso me recordó a mí misma en otra época, con mi cigarrillo, mi café y mi boina. Al leer la contraportada, sin lugar a dudas, supe que tenía que llevármelo.
Sin ser uno de los mejores libros que he leído últimamente, sí es uno de los que me ha dejado una pequeña huella, una marca o un poso con cierto regusto a esperanza.
Cuando una está pasando por su propio duelo, leer historias de otras personas que también lo están pasando a veces puede servir de ayuda. Es una especie de apoyo o de bálsamo. Y te hace sentir, en cierto modo, menos sola. Cada historia es distinta, cada persona un mundo y cada sentimiento único. Compartirlos alivia.
La novela está escrita de un modo sencillo y ameno. Es fácil empatizar con la protagonista. Y aunque, a priori, no parece que tenga mucha «chicha» , tiene un poco de todo: drama, amor, humor… A ratos me pareció demasiado previsible, pero en algunos momentos también desconcertante.
Vemos la evolución constante de la protagonista, intentando sobrellevar el duelo, con sus altibajos, con sus flaquezas y su fortaleza, hasta conseguir encauzar su vida y dejar el dolor a un lado.
No puedo negar que en algún momento me ha venido la lagrimita a los ojos, pero no sé si eso es solo debido a mi momento personal o puede producir ese efecto en otros lectores. Supongo que para saberlo tendréis que leerlo.