«Poco a poco»… Creo que esa es la expresión que más he escuchado en los últimos meses. ¿Qué tal estás? ¿Cómo vas? «Poco a poco»… ¿Qué tal la mudanza? «Poco a poco»… Todo parece solucionarse milagrosamente si es «poco a poco».
No sé si es mejor poco a poco o todo de golpe. Supongo que depende para qué.
Cuando me preguntan y digo que sigo sin dormir, me dicen «poco a poco». Si digo que todavía tengo la sala y el pasillo llenos de cajas sin abrir después de dos meses de la mudanza, me responden «poco a poco».
No sé si es poco. No sé si es mucho. A veces me siento culpable por reírme y pasármelo bien y otras veces por llorar o sentirme mal. Como si fuese pronto para lo uno y tarde ya para lo otro. Como si tuviese que pedir disculpas por ser feliz o por estar triste.
Hoy me he sorprendido a mí misma. Recuperé, y ya iba siendo hora, de una de esas cajas que permanecían a la espera de que les hiciese algo de caso, la micro cadena. Para comprobar que aún funcionaba, puse un viejo CD de Alaska y a los pocos minutos me encontré cantando a pleno pulmón «a quién le importa lo que yo haga». Y canté. Y me sentí bien. Y pensé que voy por buen camino. Y pensé… «poco a poco»… mientras bailaba descalza sobre la alfombra.
P.D.: Te sigo echando de menos…
Son unas palabras muy manidas, la verdad. Pero a veces es que, ¿qué otra cosa se puede decir? 😦
Te mando un abrazo. Todo es parte del proceso, y de la vida. El cantar, el reír y el llorar. Todo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Demasiado manitas, ciertamente. A mí ya me tienen muy harta…
Gracias por tu abrazo. Lo he sentido como si estuvieras aquí.
Besos
Me gustaMe gusta