Te guardo los besos que no pude darte
por dudas, por prisas o por cobarde.
Te los guardo por si un día quieres venir a buscarlos
por si a pesar del tiempo aún quisieras probarlos.
Te guardo las palabras que se llevó el viento
por si te apetece escucharlas en cualquier momento.
Te guardo la mirada cristalina y todavía inocente
por si el paso del tiempo es demasiado evidente.
Te guardo las caricias que nunca te he dado
por si descubres algún día que te he amado.
No guardes tanto. Aún cuando aparezca, todo ello ya no tendrá mucho que ver con lo guardado. Ni las palabras pensarán lo mismo. Avanzar es la mejor opción. Fdo: la vida.
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Buen consejo. Yo solía dejarme llevar por el dicho de «el que guarda siempre tiene»… pero últimamente me va más el desapego.
Un saludo, Marié. Gracias por pasarte y comentar.
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Oh, el desapego es lo que nos salva de las heridas, cicatrices y desangramientos varios. O estoy mustia o soy más sabia. Como sea, el desapego me está funcionando. O no, quién sabe. Gracias por seguir aquí y mantener tu salón tan cuidado 🌹
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