Para reír o para llorar

Dibujo médico

Esta mañana ha ocurrido algo que me ha desconcertado un poco. Ha servido para echarme unas risas y para preocuparme al mismo tiempo. Cualquier pequeño detalle sirve para ponerme a darle vueltas al coco. A muchos les parecerá una tontería, a otros una locura. Pero, seguro, a muchos también les dará qué pensar. A pesar de mi tono jocoso, puede ser algo serio. Os cuento:

Mientras desayunaba me entra un mensaje con una solicitud de amistad de Facebook. A priori, nada raro. Hoy en día es algo habitual. Lo que no es habitual es que yo acepte de buenas a primeras (de hecho, tengo casi 200 solicitudes que nunca he aceptado). Soy demasiado desconfiada. Suelo aceptar sólo amistades que me aportan algo y que generalmente están relacionadas con algo que me interesa, como la escritura, la lectura o el scrap. No suelo aceptar solicitudes de amigos de amigos ni de hombres con intenciones de ligar, ni de otros países, ni cualquier perfil sospechoso. Ya sabemos que hoy en día hay muchos perfiles falsos y, la verdad, no tengo ganas de complicarme la vida. Mi cuenta es privada y acepto sólo a quien me parece fiable.

El caso es que, por curiosidad, entré a ver el perfil de este hombre que me solicitaba amistad. Ya el hecho de que viviese en Alemania me parecía bastante sospechoso. ¿Por qué quiere ser mi amigo? ¿Sólo porque le ha gustado mi foto de perfil? Pues por ahí va mal. Total, que me pongo a ver sus publicaciones y me encuentro un montón de fotos vestido de médico (o enfermero, no me conozco los uniformes de los distintos rangos de la rama sanitaria), con  gorrito, con mascarilla… Otras fotos son mostrando sus maravillosos bíceps a base de gimnasio. Chico guapo, buen cuerpo y buen oficio. Bien. Más sospechoso. Podría parecer real, pero no me cuela.

Me echo unas risas contándoselo a una amiga. Porque, casualidades de la vida, en los últimos días he recibido solicitudes de amistad de cinco hombres (¡Cinco!… no uno o ni dos), y todos ellos lucían fotos vestidos con su uniforme de sanitario, y fotos de vida saludable y de gimnasio. Hombres interesantes, guapos, morenos, musculosos… Fotos en hospitales y quirófanos, en gimnasios, en la naturaleza… Y, seguramente, perfiles falsos todos ellos (uno hasta tenía el descaro de haber puesto todas las fotos hacía cinco días…jajaja).

Mi amiga y yo nos reímos diciendo que quieren ligar conmigo porque han visto que voy mucho a urgencias. Ven mi ubicación en el hospital y se piensan que trabajo allí, que soy doctora y no paciente… jaja. Y entonces mi cabeza hace «click». Al final eso de que nos espían va a ser más serio de lo que pensaba. No sé si ya hablé sobre ello por aquí, pero es cierto eso de que nos tengan controlados a través de móviles y ordenadores. Yo misma alucino cada vez que hablo de algo y al rato me salen sugerencias en el móvil sobre lo que he hablado. Es acojonante. Y ahora ¿se basan en mi ubicación también? ¿Saben que estoy en el hospital y me mandan «amistades médicas»? Uy, uy, uy…

Precisamente ayer hablaba con un amigo que me decía que últimamente no hacía más que ir a urgencias y yo le respondía, en plan broma, que lo hago porque estoy intentando echarme un novio médico… jeje. Pues mira, hoy me viene uno… ¿No es extraño? A mí me parece perturbador. ¿Estoy paranoica?

Menos mal que, aunque parezca que estoy un poco chiflada, no se me ha ido la cabeza y tengo los pies en la tierra, sino ya hubiese aceptado la solicitud de amistad, que me compensa tener un médico cerquita y siempre viene bien si aún encima es el doctor macizo.

Que bromas son bromas y a lo mejor yo hilo demasiado fino, pero esto no me gusta nada. Me siento realmente vigilada… Aunque no acabo de entender esto de ponerme chicos de gimnasio, si yo no piso uno desde hace diez años…

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2 comentarios en “Para reír o para llorar

  1. Pues como no tengo facebook no puedo opinar mucho, aunque te diría que una cita a ciegas de una dentista me vendría de perlas. Dice un amigo mío que las mejores parejas son las azafatas por eso de los vuelos y después si no hay opción, dentista y abogado. Vamos que como dice el refrán «por el interés te quiero Andrés». En estos temas, creo que merece ser prudente. Abrazo.

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    1. Yo es que me lo tomo a guasa. Pero creo que no me vendría mal tener a mano a alguien del gremio sanitario.
      Yo el Facebook lo empecé usando de terapia. Me ha ahorrado muchas sesiones de psicólogo. Pero, básicamente, para entretenerme con mis amigos, no para hacer amigos ficticios.
      Un abrazo, Carlos

      Le gusta a 1 persona

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